Aprendiendo a Pedirle a Dios

Romanos 8, 26-27

“Y de igual manera el Espíritu nos ayuda en nuestra debilidad; pues qué hemos de pedir como conviene, no lo sabemos, pero el Espíritu mismo intercede por nosotros con gemidos indecibles.
Mas el que escudriña los corazones sabe cuál es la intención del Espíritu, porque conforme a la voluntad de Dios intercede por los santos.”

Una realidad de nuestra vida como cristianos, es que muchos oramos, y le pedimos muchas cosas a Dios, sin embargo realmente no sabemos como hacerlo, pues pidiéndole a Dios podríamos estar condicionando nuestra relación con el o bien pecando al tratar de poner en “palabras bonitas” algo que no es agradable a Dios, debemos ser consientes de que por mas “bonitas” que sean las palabras que ponemos en nuestras oraciones y peticiones, por encima de todo eso esta Dios, y el conoce las verdaderas intenciones que hay en nuestros corazones.

Proverbios 30, 7-9 (Las palabras de Agur)

“Dos cosas te he demandado; No me las niegues antes que muera:
Vanidad y palabra mentirosa aparta de mi; No me des pobreza ni riquezas; Manténme del pan necesario;
No sea que me sacie, y te niegue, y diga: ¿Quién es Jehová?
O que siendo pobre, hurte, y blasfeme el nombre de mi Dios.”

Esta parece ser una petición sencilla, humilde, agradable a Dios… sin embargo, si la analizamos un poco, notaremos que Agur, realmente lo que esta haciendo es condicionando su relación con Dios, y pone a Dios en una posición difícil, pues le dice que si le bendice y le prospera se alejara de el, y si no lo hace también lo hará.
No podemos en nuestras peticiones pedirle a Dios estas cosas, nosotros debemos siempre pedirle a Dios que nos bendiga que nos prospere, pues caminando de su lado siempre actuaremos de acuerdo a su palabra, y las bendiciones y prosperidad no vendrán a nosotros sino cuando sea el tiempo de Dios; para alcanzar las bendiciones de nuestro Padre debemos ser fieles y obedientes en todo momento.

1 Crónicas 4, 10

“E invoco Jabes al Dios de Israel diciendo: ¡Oh, si me dieras bendición, y ensancaharas mi territorio, y si tu mano estuviera conmigo, y me libraras de mal, para que no me dañe! y le otorgo Dios lo que pidió.”

Jabes en esta petición contrario a la petición Agur, le pide a Dios que le bendiga … que le prospere… que le proteja de todo mal, todo lo que pidió le fue otorgado por Dios.

Nuestro Padre Celestial nos ama, y esta dispuesto a darnos todo cuanto le pidamos, siempre y cuando sepamos cual es la manera correcta de hacerlo.

En la predica de este domingo, mi pastor hablaba sobre este tema, nos daba algunos ejemplos interesantes:

Muchas veces tal vez ahí algunos hermanos de la iglesia incluso, que son “mujeriegos” y no viven realmente su fe, y puede que ser que en sus peticiones a Dios digan “Padre… te pido por favor que me bendigas con un carro, para que así las hermanas de la iglesia no se tengan que estar mojando en las fuertes lluvias de estos días, y pueda yo a través de tu bendición llevarles a sus casas”

Me hizo muchisima gracia el comentario… y la verdad es que es completamente valido… por supuesto Dios nunca le bendecira a este hermano con el carro que le pide.. pues como lo mencione desde un principio, Dios conoce las verdaderas intenciones de nuestro corazón.

Debemos ser humildes y antes de pedirle a Dios algo, debemos analizar si lo que estamos pidiendo es algo que realmente necesitamos, o es algo que pedimos para satisfacer nuestros deseos carnales, nuestros deseos de sobresalir y vernos superiores. Debemos tomar conciencia de el hecho de que quizá si después de MUCHO tiempo pidiéndole algo a Dios y no se nos ha concedido… es porque ya Dios nos ha respondido. Debemos entender que aunque Dios nos ama, al igual que nuestros padres terrenales el también a veces debe decir NO, por nuestro propio bien… para que aprendamos que las cosas cuestan, y para que aprendamos que no se nos va a complacer con cualquier “caprichito” que tengamos… pero que si pedimos lo que de verdad necesitamos… siempre lo tendremos.

Esta es la primera de mis enseñanzas por este medio, espero que sea de tanta bendición para usted como lo ha sido para mi. Agradezco sus comentarios y sugerencias. Que Dios les bendiga.